Los fenómenos naturales, son cada vez más recurrentes y debido a prácticas de desarrollo no adecuadas que incrementan la vulnerabilidad que está asociada a las condiciones físicas, sociales, económicas y medioambientales, individuales y colectivas, ocasionan eventos “desastres” que impactan y retrasan el proceso de desarrollo durante décadas, afectando especialmente las zonas más deprimidas de la sociedad.

En este contexto, es que existe la necesidad de crear programas de Prevención de Desastres donde incide más aun la importancia de incorporar la Cultura de Prevención, la reducción de vulnerabilidades de los servicios de agua potable y saneamiento en zonas rurales y evaluación de riesgos comunitarios a través de enfoques metodológicos, así como a desarrollar capacidades para conducir programas de saneamiento ambiental básico frente a fenómenos naturales vinculándolos con el desarrollo municipal y el apoyo que se puede brindar a los gobiernos locales durante situaciones de desastres, de esta manera, garantizar la sostenibilidad de los servicios de agua potable, fundamentales para el bienestar y la calidad de vida de la población.